viernes, 25 de enero de 2013

Mujeres y vino

Ayer jueves estuve en una nueva cata en el restaurante Latabarra con el título Mujeres y vino, una iniciativa muy divertida y muy atrevida la de hacer una cata solo para mujeres. No hizo falta creo yo mucha publicidad, aquello estaba hasta las trancas y todo había sido un correveidile como digo yo, cada una lo contó a sus amigas y así formamos varios grupos que fuimos a divertirnos, no hizo  falta más que una copa para que el ambiente fuera distendido y alegre, más de un esfuerzo tuvo que hacer Julio el sumiller de las bodegas para que nos calláramos para explicarnos las características de los vinos.

En esta ocasión los vinos fueron de la Bodegas Galmés i Ribot, una bodega familiar de Santa Margalida, una bodega con mucho sabor a mujer ya que su dueña y máxima responsable es una mujer y como nos comentó su sumiller, Julio Torres (un vendedor nato), pretenden hacer vinos honestos y frescos, y a mi humilde entender si siguen trabajando con esta ilusión que transmiten seguramente lo conseguirán, os recomiendo una visita a la bodega y probar sus calçotadas amén de otros eventos que organizan, nosotros ya hemos ido dos veces con los compañeros del trabajo de mi marido y nos ha encantado tanto el trato como la visita y la comida.

Menú Maridaje Galmés i Ribot Web.jpg

Y del maridaje que nos ofreció Tano no sé qué decir, como siempre arriesga en sus propuestas, lo primero que me sorprendió fue empezar con un Margalida rosado un vino ecológico de carácter fresco y floral y aroma frutal, un maridaje muy adecuado con la salsa de mostaza y miel del rosbif muy bien presentado en una lata de conservas, creo que estos detalles de la presentación son las cosas que nos gustan, como un sencillo plato con un simple toque como es la lata le da ese punto divertido que tuvo la velada.

El segundo plato fue para mi el más sorprendente, y por el que menos apostaba, Crepe de chipirón rellena de gambas y espinacas con salsa suave de erizo de mar, tengo un problema con las espinacas desde pequeña, pero ante la presentación no lo dudé e hice de tripas corazón y las probé, ¡qué maravilla!, creo que fue el mejor plato, creo que si mi madre me viera comiendo espinacas no se lo creería, el crepe hecho con chipirones guisados, triturados y mezclados con la harina de los crepes, bueno impresionante, no pude rebañar el plato con un trozo de pan porque no nos pusieron, y maridado con un Margalida blanco recién salido de la bodega de la cosecha de este año, un vino fresco y con un aroma a pimienta, canela y cardamomo, aunque yo este último no conseguí apreciarlo, bastante tenía con las espinacas, jajaja.

Y para rematar la noche un cochinillo confitado que se deshacía en la boca maridado con un Som dels Cavalliers, el vino más emblemático de la bodega elaborado con merlot, caller y fogoneu lo que le dan el carácter de la isla al estar hecho con uvas autóctonas (callet y fogoneu).

En fin una velada divertida, sorprendente en los platos en una noche desapacible que a más de una nos costó arrancar de casa, pero que luego agradecimos y por unas horas dejamos aparcadas las rutinas diarias aunque conversaciones sobre hijos y maridos,  jefes, etc. no pudo faltar en nuestra plática, aunque todo acabó en besos y abrazos y con ganas de repetir. No se puede pedir más.

Toma nota Tano, con iniciativas tan originales como estas a buen precio seguro que tendrás éxito y no nos dejes de sorprender con tus propuestas culinarias y si organizas un curso de cocina cuenta conmigo.



2 comentarios:

  1. ENHORABUENA¡¡¡¡ POR TU PÁGINA¡¡¡¡¡ EXCEPCIONAL TU COMENTARIO DE LA CENA MARIDAJE DE LATABARRA¡¡¡¡¡ A PARTIR DE HOY SOY UNA FAN DE TU BLOG¡¡¡¡ BESOS MARGA.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Marga, cuando pasas una velada divertida con tus amigas, con buenos caldos y buena comida qué más queremos, lo ideal es que estas cosas se pudieran repetir más a menudo.

      Besos

      Eliminar